El lenguaje inclusivo demuestra tu inteligencia al expresarte. Y no hablo de conceptos fonéticamente hacen ruido como el «todes» que, además no termina de quedar claro a qué responde el intento por imponerlo. Sin embargo, nunca me gustó utilizar el término «el hombre» al referirme al ser humano. Me pareció siempre un absurdo, pero no ahora con las nuevas camadas feministas irracionales que creen haber descubierto la pólvora, tampoco nunca me gustó poner Dios con mayúscula sino dios con minúscula como todo sustantivo, pero volviendo al lenguaje inclusivo, siempre creí que la forma de expresión a la hora de escribir debía mejorarse. En la lengua bastante absurda que tenemos, hasta los objetos tienen sexo, esto podría decirnos que por lo tanto, no haría falta estar estipulando que cuando digo «todos» es lo mismo que decir todos y todas o todes, porque si una silla es femenino entonces vemos que nuestro lenguaje mismo no tiene bien en claro los géneros y si no los tiene en claro, entonces quizás nunca fue intencional utilizar la letra «o» para acceder a lo masculino así también como para generalizar, y la «a» para identificar a lo femenino. Pero insisto en que si algo que puede ser general y por regla también puede interpretarse únicamente como masculino, entonces no está cumpliendo su función. En cierto momento el uso del @ (arroba) me había parecido una opción no solo moderna sino también práctica, porque si lo miramos con un poco de esfuerzo podría hasta parecernos que contiene a la letra «a» y a la «o» al mismo tiempo, y entonces dependiendo de quien lo leyera, podría pronunciarlo como término masculino o femenino, pero aun faltaría por resolverse el tema de la generalidad. En un texto de diez párrafos estar repitiendo a cada rato todas y todos es tedioso, utilizar el todes es estética y fonéticamente desastroso. Entonces hay opciones de construcción que pueden resolver esto: en lugar de decir: «todos nosotros», se podría construir: «las personas que estamos aquí». De esta manera no hablamos de hombres o mujeres sino de personas, y allí desaparecen todas las exclusiones. Solo con entender una forma mas inteligente de expresión no haría falta tanta discusión sobre lenguaje inclusivo, solo que algunas personas venimos desde hace años tratando de escribir sin utilizar patriotismos, regionalismos, sin decir «mi país» para evitar atender a patriotismos impuestos, diciendo «el ser humano» en lugar de «el hombre», no escribir Dios sino dios, porque eso también incluye a todos los dioses de cada cultura y no al «dios» en el que cree el que escribe el texto, y decenas de ejemplos más que van curando un poco esta lengua que tiene cientos de dificultades, pero la principal dificultad es que no pensamos lo que escribimos. Así que lamento decirles a quienes (y ahí volví a incluir ya que el «quienes» es una forma de construcción que reemplaza al «todos») creen que escribiendo o pronunciando «todes» están incluyendo y creen que son precursores de la inclusión en el lenguaje, algunas personas venimos utilizando formas de inclusión en el lenguaje mucho más inteligentes ( y nótese que escribí «algunas personas» en lugar de algunos o algunes)…
Hagamos un lenguaje no solo inclusivo, sino también inteligente…