Ecología y medioambiente
Cómo estamos tratando a nuestro planeta
La contaminación ha sobrepasado los límites máximos o tolerables: playas ennegrecidas,
focas apaleadas, mamíferos atrapados en redes pesqueras, derramamiento de combustibles, industrias vertiendo
desechos tóxicos en los océanos y mares. La capa de ozono
(03) se destruye cada día más, debido al uso de disolventes que emiten a la atmósfera tetraclorato de carbono
y metilcloroformo, los plaguicidas,
bromuro de metilo, los ignífugos liberan Halones perniciosos para la capa de ozono y el CFC y HCFC.
El lindano, un plaguicida organoclorado muy persistente y tóxico, a pesar de que ha sido prohibido
en la mayoría de los países se sigue utilizando sin ningún tipo de control. El uso de mercurio para
la extracción de oro que contamina las cuencas fluviales, la perdida de la biodiversidad a causa de
la tala devastadora de las selvas tropicales, provocando una enorme catástrofe climática, las
construcciones de rutas que atraviesan selvas perjudicando la subsistencia de especies que se transportan
en busca de agua o alimentos, el estúpido consumo de marfil, tapados de piel, etc, están ocasionando la
extinción de miles de especies y la destrucción del planeta.
Al incinerarse los residuos se transforman en gases tóxicos mucho más dañinos que la
misma basura, ejemplo son el plomo, cadmio, mercurio, policlorobifenilos (PCB) y las dioxinas, todos
liberados a la atmósfera. Automóviles emitiendo monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2),
hidrocarburos, plomo, etc. El dióxido de carbono, el metano (gas incoloro, inodoro e inflamable más
sencillo de los hidrocarburos alifáticos saturados, es decir, de los alcanos) y los óxidos de nitrógeno
productores del efecto invernadero, los óxidos de nitrógeno y azufre causantes de la lluvia ácida
al mezclarse con el vapor de agua de las nubes, acarreando partículas de diversos contaminantes
atmosféricos de carácter ácido, como el ácido sulfúrico y ácido nítrico, por lo cual su PH
(medida de la acidez o la alcalinidad de una solución) es inferior a 7, afecta adversamente la
estabilidad de diversos ecosistemas al provocar acidez en el suelo y,
en particular lagos y bosques; puede disolver algunos metales pesados y conducirlos
a las fuentes de acumulación de agua o hacia los mantos freáticos para devastarlos indiscriminadamente.
Las centrales térmicas liberan: dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) monóxido de
carbono (CO) dióxido de carbono (CO2), las refinerías de petróleo emiten los mismos elementos y se
suman el metano (CH4) e hidrocarburos. La industria química: sulfuros, dióxido de azufre y dióxido de
carbono. Todas las empresas fundadas para el abastecimiento de los caprichos humanos concluyen en
la degradación del mundo. La radiación incidente es absorbida por la superficie
de la tierra y luego es reemitida en forma de radiación infrarroja, los gases de la atmósfera actúan como
espejos refractarios que no dejan salir los rayos, provocando el efecto invernadero que
incrementa el calentamiento global, que en un futuro no muy lejano provocaría el
derretimiento de los glaciares. Los nematicidas: plaguicidas que se usan para controlar a los gusanos
del suelo (nemátodos). Están conformados por diversos grupos químicos; algunos, como el dibromuro
de etileno (EDB), se han prohibido en muchos países por su alta toxicidad.
También siguen utilizándose desmedidamente, y más aún en los países en donde están prohibidos.
La producción de trigo, arroz y maíz ha generado que se pierdan millones de hectáreas de selva,
suelo fértil, etc. La tierra está sobreexplotada, las semillas micromanipuladas: transgénicos,
fertilizantes, plaguicidas todo al servicio de la enfermedad vegetal, estamos degenerando las
plantas de la misma forma que nos hemos degenerado a nosotros mismos. La utilización de madera como
combustible, muebles, o la tala de árboles para el cultivo o la ganadería, o para que simplemente
imbéciles como yo escriban estupideces; y los incendios forestales, son las principales causas de la
deforestación, la lluvia ácida y la contaminación atmosférica a veces tan fuerte que un simple bosque
no alcanza a purgar, constituyen el avance del desierto. Suelos que fueron fértiles han quedado en
estado de total deterioro con una tierra altamente erosionada a falta de arbustos que la sujeten.
Durante la guerra de Vietnam fueron lanzados a la selva unos trece millones de toneladas de bombas
y unos ciento noventa mil kilos de herbicidas, ácidos, bombas de NAPALM, agente naranja (que contiene
las dioxinas 2, 4-D y 2, 4, 5-T), azul y blanco, devastando el 40% de la selva.
Los países más desarrollados (tecnológicamente) exigen a los países pobres que exploten y consuman
hasta el fin, sus recursos naturales, para satisfacer sus necesidades, el suelo se erosiona, el
humus desaparece, el desierto crece, los basurales se hacen infinitos, los residuos
nucleares se esconden en mares, glaciares, etc. Pero el mundo civilizado pide a gritos celulares,
relojes, automóviles y así una pila de mercurio contamina 600.000 litros de agua, o en la basura que
irá a parar a un basural o a una planta incineradora, que liberará metales pesados.
El efecto invernadero provocado por los gases que retienen los rayos infrarrojos y
ultravioletas y los devuelven a la superficie terrestre, acelera el recalentamiento
global y el derretimiento de los hielos continentales, el agujero de ozono
crece dando paso a los rayos UV, que causa la destrucción del fitoplancton (un autótrofo,
base de todas las cadenas alimentarías del océano) y cánceres a los seres terrestres, como los melanomas,
etc. El DDT (diclorodifeniltricloroetano) que se utiliza para eliminar plagas agrícolas contamina
no solo los campos sino que envenena las cadenas tróficas. Los objetos fabricados en base a PVC
(policloruro de vinilo) se extrae de la sal (cloruro de sodio, un veneno y un explosivo) del cloro
residual y del etileno se forma el etilendicloro, y de la polimeración de monómeros de vinilo clorados,
lo que supone una emisión de cloro a la atmósfera, así también como compuestos organoclorados
como las dioxinas. La contaminación del mar por residuos nucleares,
petróleo, etc.